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CUANDO LOS MEDIOS TRADICIONALES "YA NO INFORMAN"

La prensa ha jugado grandes papeles en la historia. Ha sido participe de miles de cambios, ha ayudado a dar voz a los ciudadanos y ha sabido actuar correctamente en transiciones de cambios y mejoras sociales. Tras la revolución francesa, al periodismo se le adjudicó el seudónimo de "cuarto poder" ya que su función principal era vigilar a los que ostentaban los otros tres poderes: judicial, legislativo y ejecutivo,  y revelar cualquier abuso que cometieran sobre la población. Sin embargo, desde hace más o menos un siglo, este distintivo le viene grande. La aparición de la radio y la televisión fue restando calidad a esta profesión y a esta importante labor, y aunque aún se seguían denunciando ciertas prácticas de los que gobernaban, se hacía un periodismo más de entretenimiento que de observación e investigación.

 

Conforme la información pasaba a ser mercancía, y las empresas que la producían y vendían cada vez eran menos pero más grandes, el periodismo ya no se dedicaba a trasladar la opinión de la sociedad a esos tres poderes, sino a crear en la sociedad una opinión pública no crítica influenciada por los gobernante. Es decir, los medios de comunicación han pasado a servir a la autoridad políticos y económicos, y han dejado a un lado lo que fue su cargo de vigilante y crítico con la autocracia.


Sin embargo, con la aparición de las tecnologías y las redes sociales, este cuarto poder parece que vuelve a sus andadas. Sin embargo, ya no está en manos ni de la prensa, ni de la radio ni de la televisión, sino de Twitter. Ciento de personas, ya sean periodistas o no, se dedican día a día a exponer casos de corrupción,  ilegalidades, injusticias que provienen de los altos cargos y que lo grandes medios son los últimos en publicar. Así mismo, esta red social, se está convirtiendo en un escaparate de opinión pública donde todo ciudadano expone su queja o aprobación. Además, está siendo la vía más usada para retransmitir a tiempo real los cambios sociales que la sociedad, en estos tiempos de crisis, pide, ya sea a través de manifestaciones, acampadas o revueltas.  

 

Un ejemplo claro, lo tenemos con el movimiento 15-M. Fue Twiiter el primero en dar un titular sobre lo que estaba ocurriendo en las plazas de las grandes ciudades de España mientras los mass media guardaban silencio. A nivel internacional, también cabe destacar, las grandes marchas convocadas en Turquía o Brasil, donde miles de ciudadanos se han movilizado en contra de su gobierno.

 

¿Cuántas portadas de grandes periódico se han dedicado a estos casos? ¿Cuántas imágenes hemos visto sobre esto en televisión? ¿Cuántos minutos ha ofrecido la radio a contar estos hechos?


Los tiempos cambian y el periodismo también. Las tecnologías están suprimiendo muchos puestos de trabajo, pero a la misma vez está generando muchos nuevos. El cuarto poder fue de los medios de comunicación en su momento, ahora lo tiene el ciudadano gracias a redes sociales como Twitter, y esto hay que aprovecharlo. 

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Twitter: el nuevo Cuarto Poder

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